Valores se han ido perdiendo con el tiempo y cada nueva generación se vuelve cada día una degeneración.
Antiguamente no existian las promesas, porque el simple hecho de hablar ya era un pacto. Cada palabra que se decía se debia cumplir a cabalidad.
Actualmente la palabra es muy ligera y casi sin valor para quienes las pronuncian. Esto mezclado con el poco compromiso hacia las actividades que realiza cada persona.
Y lo peor aún es que no recae ningún peso sobre la mente de aquellos que no cumplen sus palabras.
¿Cuantas veces nos ha pasado que personas nos digan que asistirán a un evento determinado y no lleguen?
Malas costumbres adquiridas a través de los años y que se deviesen irradicar. Porque es ilógico que la gente hable sin otorgar un sentido y una verdad a aquello que mencionan.
Pensar lo que se habla, darse cuenta de lo que significa cada palabra, entender el impacto de cada frase y cumplir lo que se dice... tareas para toda una vida.
Saludos, Vato
1 comentarios:
Me gustó mucho lo que escribiste, y debo decir que tienes mucha razón, ya que las personas estamos acostumbradas a no darle un valor importante a lo que decimos, y lo peor de todo es es parte de nuestra cultura la falta de compromiso en las cosas que decimos, es una lástima pero una realidad que debería ser erradicada.
saludos.